Corozo: la fruta de los muchos nombres
A diferencia de los orígenes etimológicos de las demás frutas amazónicas de Selvática, el nombre Corozo no tiene un origen claro. Para algunos viene de la palabra “carozo”, originario del Latín, carudium, que significa nuez pequeña. Para otros, viene del vocablo taíno “corosso” que significa corazón fibroso del maíz. Incluso hay quienes ubican su origen en el gallego antiguo “coroso”, utilizado para nombrar un árbol de cornaceae.
También es muy conocida como “Píritu, una palabra que encuentra su origen en el vocablo cumanagoto y significa “pequeña palma”, en relación al aspecto físico de la planta.
Sin embargo, tiene muchos más nombres, amolao, guis, coyol, uvita o cuesco. Cada nombre proviene de un vocablo diferente, producto de comunidades que lo nombraron de acuerdo a que parte de la planta era más importante para ellos.
¿Qué quiere decir eso? Que las comunidades encontraron en el corozo una fruta tan valiosa que le brindaron un nombre en su propio lenguaje, integrándolo dentro de su identidad como pueblo y reclamandolo como su legado cultural.
