La sinergía entre los pájaros y los árboles del amazonas
El vínculo natural entre los árboles y las aves es tan viejo como las primeras especies que volaron con alas emplumadas. Basta con salir a un parque para ver una o dos aves en la copa de los árboles, alimentándose de flores o haciendo sus nidos.
En un ecosistema tan amplio y grande como el Amazonas esta relación no es diferente, solo es más profunda y entrelazada.
Las aves grandes y que comen insectos como el pájaro mochilero hacen sus característicos nidos en las copas de los árboles como el copoazú, al mismo tiempo que se comen los insectos dañinos para los árboles del amazonas en que habitan, protegiéndolo de una muerte prematura.
Aves como el guacamayo son esenciales para la dispersión de semillas y regeneración de los bosques. Ellos se alimentan de todo tipo de frutas, especialmente aquellas en temporada de maduración, al entablar vuelo, visitar las crestas de montaña, bancos de ríos y yacimientos de arcilla esparcen semillas en su estiércol.
Los colibríes por otro lado se meten de lleno en las flores para alimentarse del dulce néctar. Al hacerlo, sus cuerpos se llenan de polen y cuando pasan a la siguiente flor, la fecundan para iniciar el ciclo reproductivo de muchas plantas.
En la selva cada ave tiene un propósito, una relación y un estilo de vida que impacta el equilibrio del ecosistema, a través de su sinergia con los árboles del amazonas.
