La odisea del Camu Camu

Esta baya se nutre de los altos niveles del agua de la temporada de inundaciones, cuando los humedales del Amazonas se conectan. Su tallo, parcialmente cubierto por el río, libera sus bayas en la corriente para multiplicarse. Esta cualidad, también la hace ser amada por los peces y le brinda su nombre.

El ciclo vital del Camu Camu también trae desafíos a la hora de cosecharlo. Para aprovechar el fruto maduro, las comunidades deben recogerlo desde canoas de forma manual: tomando las bayas directamente desde las plantas inundadas y colocarlas en contenedores dentro de la misma canoa.

Comunidades como la de Puerto Leguízamo lo cultivan de esta manera, muchas veces bajo fuerte lluvia. Luego, ponen la fruta en contenedores, para ser despulpada y concentrada en lugares de procesamiento que las mismas comunidades erigieron. Al final, queda una pulpa de fruta concentrado, que posteriormente emprenderá el viaje hasta Bogotá.

A nuestras instalaciones llega pocos días después, en dónde puede transformarse en una soda natural o una infusión deliciosa. Ambas tienen un altísimo contenido en vitamina C y la capacidad de fortalecer el sistema inmune. 

El largo viaje del Camu Camu